III Jornadas de Estudiantes en Cooperación Internacional: Refugiados
31 octubre, 2023
En un lugar al norte de Kenia, a orillas del lago Turkana, la vida es a veces.
Lidia López García. Cirugía en Turkana 2024
La vida a veces.
Uno no decide dónde ni cuando nace.
Hace once días que un grupo de cirujanos, ginecólogos, radiólogos,
anestesistas, traumatólogos, radiólogos, anestesistas, traumatólogos,
enfermeras y los tan necesarios estudiantes llegamos a Madrid después de dos
semanas en Lodwar y Kakuma (al norte de Kenia, África).
Cuando uno se plantea por primera vez abandonar su hospital por unas
semanas y realizar cooperación sanitaria es inevitable cuestionarse si lo
realizamos por los pacientes o por la experiencia personal que conlleva el
trabajar en un hospital sin medios ni recursos. Pensaba, qué impacto real
pueden tener nuestras acciones ante la gran necesidad de asistencia sanitaria
que sufre el continente africano.Entonces conocí a Carmen, directora médica del proyecto ‘’Cirugía en
Turkana’’ y a su marido Joaquín. Ellos son dos valientes que hace veinte años
decidieron que a veces la vida no es cruzarse de brazos y nos han enseñado, a
mí y a todos a llevar un trocito de sanidad española al corazón de Kenia y a
entender lo necesario que es esa gota en el océano (que diría la gran Teresa
de Calcuta).
Cirugía en Turkana es un proyecto quirúrgico que consigue no solo aumentar la
cantidad y la calidad de vida de los turkana después de las largas jornadas, y
de los más de mil pacientes atendidos. Ha conseguido que el impacto también
haya llegado a nuestros hospitales españoles.
Uno no decide dónde ni cuando nace.
Lidia López García. Cirugía en Turkana 2024
Cirugía en Turkana es un proyecto quirúrgico que consigue no solo aumentar la
cantidad y la calidad de vida de los turkana después de las largas jornadas, y
de los más de mil pacientes atendidos. Ha conseguido que el impacto también
haya llegado a nuestros hospitales españoles.
Después de estas dos semanas en otro hospital, con otras vidas, y en otro
mundo, uno llega a Madrid creyendo que todo sigue igual. Y sí, y no. La
mayoría llegamos con un nudo en la garganta que se va deshaciendo a medida
que pasan los días y que hoy ya permite que esté escribiendo estas líneas.
Los nudos en la garganta a veces son necesarios porque nos recuerdan lo que
a veces es la vida. Y este, recuerda que la felicidad no depende de dónde uno
nace. Que las gotas son necesarias y que tenemos el deber de aportar al
menos una siempre que podamos. Que el tiempo es relativamente relativo.
Que los abrazos alivian, las lágrimas conectan y que el lenguaje universal
siempre serán las miradas y los apretones en las manos.
En un lugar al norte de Kenia, a orillas del lago Turkana, la vida es a veces.
Lídia López García